Transporte terrestre: claves y desafíos ante la expansión portuaria
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20/08/2024 | 4min de lectura aprox. | Transporte Terrestre
Con las ampliaciones portuarias en carpeta para la próxima década en la Región de Valparaíso, en que se proyecta el ingreso de más de 6 millones de TEU anuales a través de San Antonio y otras 2,3 millones por la Ciudad Puerto, una de las inquietudes que ha surgido en el mundo logístico es la actualización del transporte terrestre de cargas a lo largo del país.
Desde la Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE), ya se ha anunciado el desarrollo de la “Plataforma Logística Ferroportuaria” de San Antonio, la cual consiste en la construcción de un corredor ferroviario que permitirá transportar cerca del 30% del volumen proyectado de transferencia por el nuevo puerto a gran escala del país, cuya apertura está pronosticada para 2036.
Sin embargo, esto todavía contrasta con la baja participación que mantiene la vía ferroviaria, al igual que otros modos alternativos de transporte, como el caso aeroportuario, en el desarrollo de la cadena logística. Por lo mismo, diversos actores debaten cuál debe ser la hoja de ruta para la modernización del transporte y a qué tipo de intermodalidad debemos acercarnos.
Refuerzo ferroviario
En la actualidad, y pese a nuestra geografía, solo el 4% de la cadena logística se moviliza mediante líneas ferroviarias. En razón de ello, el propio gerente de Logística de EFE, Jorge Guajardo, argumenta que uno de los desafíos para impulsar el desarrollo ferroviario se basa “en profundizar la articulación público-privada; que sume a las inversiones del sector público una participación activa del mundo privado, tanto de los generadores de carga, operadores logísticos, empresas de transportes y otros usuarios de la cadena logística”.
Guajardo, no obstante, remarca que el rol del modo ferroviario en los próximos años “será fundamental”, dado que el tren representa atributos necesarios “como la reducción de emisiones de CO2, la descongestión vial, la baja tasa accidentes y una alta competitividad para ciertos segmentos de carga, entre otros”.
Similarmente, Carlos Cruz, director ejecutivo del Consejo de Políticas de Infraestructura (CPI), sostiene que una oportunidad para aumentar nuestra competitividad es la optimización de los modos de transporte rezagados, como es el caso del modo ferroviario y el aeroportuario. “El sector ferroviario debe aspirar a cumplir el rol que debiera tener en un país con cargas de una alta “vocación ferroviaria”, tanto en la zona norte como en el centro sur. (…) Y en cuanto a los aeropuertos, hay que incorporar los servicios logísticos en los diseños o en los nuevos contratos para potenciar el rol que la aeronavegación está teniendo en este tipo de prestaciones”, señala el exministro de Obras Públicas.
Modernización en tierra
Ahora bien, el presidente de la Confederación Nacional del Transporte de Carga de Chile (CNTC), Sergio Pérez, releva la importancia del sistema de transporte de camiones, arguyendo que “ningún tren llega a destino, por lo que se necesita un sistema intermodal para que la carga en algún momento suba al camión”.
Consultado por las mejoras requeridas en el transporte terrestre, Pérez insiste en que “hay que avanzar en la intermodalidad, pero de la mano de la formalización del sector. Quienes operan el barco o el tren, deben entregar sus cargas a transportistas formales. La trascendencia de la formalidad es que genera empleos de calidad, permite mejorar constantemente la seguridad vial, el cuidado al medioambiente y a las personas”.
Finalmente, añade que el “el tren no es competencia para el camión, pero sí un complemento en operaciones que así lo permitan”. “La competitividad del transporte terrestre es alta. Pero lo que sí es preocupante es el grado de informalidad y subcontratación descontrolada que se sustenta en la vulneración de los derechos laborales, jornadas de conducción e imposiciones”, sentencia.
Por otro lado, Enrique Morales, gerente general de la Zona de Extensión de Apoyo Logístico (ZEAL), destaca la aplicación de herramientas digitales de seguridad en las instalaciones como la “tecnología de reconocimiento facial y, sobre todo, métodos integrales de información que hoy permiten a los usuarios del puerto hacer un seguimiento fiable de sus cargas”. No obstante, descarta que el operador auxiliar del puerto de Valparaíso esté considerando una ampliación en simultáneo, ratificando que “en la medida que el puerto no incorpore nuevos sitios de atraque, no estimamos necesaria realizar inversiones en ZEAL. Menos aún, considerando la baja que se ha registrado en la transferencia de carga en los últimos años y que es materia de preocupación”.
Fuente: Soy Chile