Tres factores que pueden definir el éxito de esta temporada de uva de mesa
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03/11/2022 | 9min de lectura aprox. | Logística Chile
Frente a toda la incertidumbre que vivimos, tanto a nivel macro proveniente de la crisis climática, de la crisis económica local y mundial y de la amenaza de escalada del conflicto Rusia-Ucrania, entre los más importantes, como a nivel micro de la agricultura de exportación de Chile, que enfrenta desde la temporada pasada la crisis logística más grande que se recuerde, el incremento de la oferta mundial y en términos generales la disminución de competitividad de la oferta de Chile, tiene a los productores en alerta.
Ya no es extraño preguntarse si seguir o no en el negocio. Los análisis que debe hacer cada productor deben ser sinceros y realistas, y dentro de toda esta incertidumbre que acompaña las decisiones de cada día, es importante ver las luces que pueden ayudar a enfrentar de mejor forma una temporada de exportaciones que ya se inició.
En esta oportunidad analizaremos tres aspectos que pueden ayudar a obtener mejores retornos a la fruta de exportación chilena. No hablaremos de la calidad y condición de la fruta porque es un tema ya internalizado por productores y exportadores y que debería haber sido el número 1, así que lo daremos por hecho. Sólo hablaremos de fruta en óptimas condiciones que llegará a los mercados porque aquella que tenga problemas, aunque mínimos, no tiene opción, mucho menos si se confía en que se reempacará la fruta en destino. Esta posibilidad tiene alguna justificación en caso de afectación de la fruta por evento logístico fuera de control de exportadores que haya deteriorado la fruta y, aun así, es conveniente evaluar si se justifica reempacar por el costo que conlleva y porque la fruta rescatada para la venta queda igualmente deteriorada. La experiencia al respecto ha sido muy mala.
Entonces, los tres aspectos que pueden ayudar en la presente temporada 2022-23 son:
1. Preparación y Monitoreo de la logística
2. Dólar fuerte
3. Systems Approach aprobado en uva de mesa para las regiones de Atacama, Coquimbo y Valparaíso.
Preparación y monitoreo de la logística
El impacto del descalabro logístico de la temporada pasada, nunca antes visto y por ello nunca antes monitoreado por exportadores, para muchos en la industria se convirtió en el gran tema desde junio pasado. ¿Cómo enfrentaríamos una nueva temporada en la actual situación de descoordinación naviera, portuaria y de servicios en tierra en origen y destino?
Estaba claro que no se podía iniciar una nueva temporada sin “hacer algo”, pero no se sabía por dónde empezar. Han sido varias las iniciativas que surgieron en forma conjunta. Asoex, Fedefruta, las empresas navieras, embarcadores y grupos de exportadores alzaron la voz para identificar los grandes problemas y generar soluciones para la temporada actual. Entre las soluciones que comprometidas están las siguientes:
A. Mayor cantidad de buques cámara a EE.UU., que pueden llegar en 12 a 14 días y favorecerá especialmente a los arándanos y uva de mesa.
B. Mayor número de buques “Cherry Express” a China con el fin de transportar una mayor cantidad de fruta que logre arribar antes del anticipado Año Nuevo Chino del próximo año, que se celebrará el 22 de enero.
C. Diversificación de los puertos en China, para no atochar las aduanas porque no se logró bajar, de parte de las autoridades chinas, el número de controles para virus a la entrada de la fruta, siendo este el gran cuello de botella la temporada pasada en todo tipo de fruta.
D. Fumigación de arándanos y uva de mesa en EE.UU. mejor coordinada. Fue un tapón para la fluidez del ingreso de la fruta a este importante mercado. Sin embargo, en los análisis posteriores se dio cuenta que el problema no era la disponibilidad de cámaras para fumigar, sino la falta de cámaras de mantención de la fruta, lo cual reveló una descoordinación mayor entre navieras, exportadores e importadores. Actualmente ya se ha definido la responsabilidad sobre la fruta en cada tramo de la cadena logística y las decisiones las tomará cada responsable en el momento que le corresponde. Esto evitará el alto costo de la temporada pasada en “demourrage”.
E. Se han normalizado los turnos en los puertos de Chile y en destino y en el caso de Chile se cuenta con más sitios de carga en Valparaíso y San Antonio y el puerto de Coronel se integra a las labores de temporada.
F. Por último, y lo más importante, se estará monitoreando la logística por parte de exportadores para dar solución a problemas que puedan ocurrir con cada barco. La logística mundial está lejos de volver a estar articulada a la condición pre-pandemia y por ello requiere un esfuerzo mayor desde todos los sectores para que fluya. Por esto mismo es que no se recomienda el envío de fruta con alguna limitación. Esta deberá tener consistencia para soportar algunos problemas que va a enfrentar cada nave.
Dólar fuerte
Frente a la pérdida de valor del peso chileno, que acumula un 10% en el año (Ver Gráfico 1), pero también de monedas importantes como el euro, la libra esterlina, el yuan chino y el yen japonés, se redibuja el panorama exportador, porque no todos los costos están indexados al valor del dólar y por ello el incremento en ingreso de las exportaciones solo por concepto de tipo de cambio es mayor que el incremento en costos y por tanto tiene un impacto positivo en el Ebitda. Este impacto es mayor en las exportaciones a EEUU, principal mercado de uva de mesa, arándanos y cítricos. Seguramente influirá en atraer más volumen que otros mercados en la presente temporada.
La pérdida de competitividad de Chile en los últimos tres años producto del estallido social y luego por el abultado incremento fiscal en pandemia para paliar los efectos de falta de ingresos de la población más vulnerable, está siendo estructural; por ello una recuperación de la divisa chilena es poco probable y no se esperan valores del peso entre los $650 a $750 como eran antes de octubre del 2019. El nuevo segmento se perfila entre $850 y $950, incluso algunos economistas no ven lejos que sobrepase la barrera de los $1.000.
En un ejercicio realizado en iQonsulting para visualizar el impacto del valor del dólar en uva de mesa, se simuló una plantación de Thompson Seedless con 2.800 cajas/ha al tercer año (aunque convengamos que ya nadie plantaría esta variedad, y es sólo para efectos de compararla con una variedad nueva de alto rendimiento, con 3.500 cajas/ha al tercer año).
Ambas variedades vendidas a igual valor en el mercado, con dólar a $700, $800 y $900 (Ver Gráfico 2), el impacto es muy importante en ambas variedades y queda de manifiesto que el dólar en torno a $700 que se mantuvo en Chile por mucho tiempo no sostenía variedades como Thompson y otras tradicionales, sin embargo el flujo simulado a quince años, arroja un VPN positivo en valor del dólar de $800 y $900.
No obstante, es claro que el negocio de la uva de mesa necesitaba una renovación cuando se aprecia el impacto del dólar en una variedad nueva de mejor rendimiento, donde no solo habrá un impacto superior en el valor presente del proyecto y el TIR, sino también en reducir los años en el pago de la inversión (payback).
Systems Approach
La noticia fue entregada el 17 de octubre recién pasado. El comunicado del USDA señala: “Estamos informando al público que hemos preparado una evaluación de riesgo de plagas (PRA) y un documento de evaluación de importación de productos básicos (CIED) en relación con la importación a los Estados Unidos de uvas de mesa frescas de regiones de Chile donde la polilla europea de la vid (Lobesia botrana, EGVM) está ausente o tiene una prevalencia muy baja. Las uvas de Chile están actualmente sujetas a fumigación con bromuro de metilo para EGVM y el falso ácaro rojo chileno (Brevipalpus chilensis). Con base en el PRA y los hallazgos de la CIED, estamos proponiendo autorizar la importación de uvas de Chile bajo un enfoque de sistemas o irradiación para EGVM y B. chilensis; medidas de mitigación actuales para Ceratitis capitata o Medfly permanecería sin cambios. Estamos poniendo a disposición del público el PRA y el CIED para su revisión y comentarios, los que se recibirán hasta el 16 de diciembre”.
Esta noticia, tan esperada por los productores de uva de Chile, podría tener aplicación desde enero de la presente temporada, si es que no hay cometarios en contra o dilatación de la firma para puesta en marcha del nuevo protocolo. Esta nueva posibilidad de acceder al mercado americano sin fumigación será un gran paso en mejora de la condición y calidad de la uva chilena en el punto de venta y, por tanto, mejora en la competitividad.
En suma, es importante tomar conciencia de que ya no basta con producir bien para competir bien. Actualmente el cuidado hasta el punto de anaquel, pasando por lograr un producto perfecto y cuidado en la logística por parte de productores y exportadores, hace la diferencia en el negocio y las aristas que ello abre son múltiples. Del mismo modo, cómo se enfrentan también puede ser de múltiples formas, pero no tenerlas en cuenta puede significar pérdidas, como se ha visto en las temporadas previas.
La temporada se presenta desafiante y el trabajo de exportación y venta será intenso, pero la experiencia y las luces que comienzan a caracterizar esta nueva temporada, abren una esperanza de mejores resultados. A todos, ¡que tengan una buena temporada!
Fuente: Mundoagro.cl