Diferencias entre el Transporte Marítimo y Fluvial

Diferencias entre el Transporte Marítimo y Fluvial

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30/08/2024 | 5min de lectura aprox. | South Pacific Logistics

En el mundo de la logística internacional, la elección entre transporte marítimo y fluvial es crucial para optimizar costos, tiempos y eficiencia. Ambos métodos tienen sus características y ventajas únicas, por lo que entender sus diferencias es esencial para tomar decisiones estratégicas en la gestión de la cadena de suministro.

Transporte Marítimo

El transporte marítimo se refiere al movimiento de mercancías a través de océanos y mares utilizando buques de carga. Este tipo de transporte es fundamental en la logística internacional, representando aproximadamente el 80% del comercio mundial, según datos recientes de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD). En 2022, el volumen total de comercio marítimo alcanzó 11.000 millones de toneladas, lo que refleja su importancia en la economía global (UNCTAD, 2022).

Las principales características del transporte marítimo incluyen su capacidad para manejar grandes volúmenes de carga, su eficiencia en largas distancias, y su integración con plataformas digitales que facilitan la gestión y seguimiento de las cargas.

En la era de la logística 4.0, la digitalización juega un papel crucial en el transporte marítimo. Las plataformas digitales permiten una gestión más eficiente, ofreciendo herramientas avanzadas para la monitorización de rutas, la trazabilidad de los productos y la optimización de la carga. Esto no solo mejora la eficiencia operativa, sino que también reduce los costos y el impacto ambiental, aspectos clave en la logística internacional moderna.

Transporte Fluvial

Por otro lado, el transporte fluvial se realiza a través de ríos y canales navegables. Es un medio de transporte que, aunque menos utilizado a nivel global, tiene un rol significativo en ciertas regiones, especialmente en Europa y América del Sur.

En la Unión Europea, la actividad del transporte fluvial ha mostrado una tendencia volátil en la última década. Entre 2012 y 2022, el transporte de mercancías por vías navegables interiores experimentó fluctuaciones significativas. Por ejemplo, en 2018 se registró una caída del -10,9% en la actividad medida en toneladas-kilómetro, seguida de un repunte en 2019 con un aumento del 6,6%. No obstante, en 2022, el rendimiento del transporte fluvial disminuyó drásticamente, con una caída del 9,8% en comparación con 2021, lo que equivale a una reducción de 13 millones de toneladas-kilómetro. También hubo una disminución del 5,4% en términos de toneladas transportadas, representando una pérdida de 29 millones de toneladas.

Este medio de transporte es particularmente relevante en áreas donde los puertos interiores y las conexiones con el transporte terrestre permiten una distribución eficiente de las mercancías. Además, la Unión Europea ha promovido activamente el uso del transporte fluvial para reducir la congestión en las carreteras y disminuir las emisiones de CO2, alineándose con sus objetivos de sostenibilidad.

El transporte fluvial es especialmente efectivo para el movimiento de cargas pesadas y voluminosas en distancias más cortas o en regiones con una red de vías navegables bien desarrollada. Sus principales características incluyen un menor costo operativo y una mayor eficiencia energética en comparación con otros medios de transporte. Sin embargo, su uso está limitado por la disponibilidad de vías navegables y la infraestructura portuaria.

Principales consideraciones

Al planificar la logística internacional, es vital considerar las fases de transporte y las particularidades de cada método. El transporte marítimo suele involucrar fases como la carga en puerto, el tránsito marítimo, y la descarga en el puerto de destino. Estas fases son gestionadas a través de plataformas digitales que permiten la supervisión en tiempo real, lo que es un componente esencial de la logística 4.0.

En contraste, el transporte fluvial puede ser parte de una solución multimodal, donde la carga se mueve desde un punto de origen a través de vías terrestres hasta un puerto fluvial, y luego se transporta por río hasta el destino final. Este tipo de transporte puede ser ideal en regiones con infraestructura fluvial adecuada, pero requiere una planificación detallada para asegurar la compatibilidad entre diferentes modos de transporte.

Consejos para la toma de decisiones

La elección entre transporte marítimo y fluvial depende de varios factores. Si tu empresa necesita mover grandes volúmenes de carga a largas distancias internacionales, el transporte marítimo es generalmente la mejor opción. Sin embargo, si operas en una región con una red fluvial bien desarrollada y necesitas mover cargas pesadas a distancias más cortas, el transporte fluvial puede ser más eficiente.

Además, en el contexto europeo, es importante tener en cuenta las políticas de la Unión Europea que fomentan el uso del transporte fluvial como parte de una estrategia de transporte más sostenible y respetuosa con el medio ambiente. La creciente inversión en la modernización de las vías navegables y la infraestructura portuaria hace que el transporte fluvial sea una opción cada vez más viable y atractiva.

En resumen, tanto el transporte marítimo como el fluvial tienen su lugar en la logística internacional. La clave está en entender las necesidades específicas de tu operación y aprovechar las ventajas que cada modalidad puede ofrecer, apoyándose en la digitalización y en las plataformas avanzadas de gestión logística.

Fuentes:
UNCTAD (2022). Review of Maritime Transport 2022.
Eurostat (2021). Statistics on European inland waterways.
 

Infografía sobre las diferencias entre el transporte marítimo y fluvial


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Fuente: South Pacific Logistics


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