Transporte marítimo cubre el 22% de la economía oceánica
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10/03/2025 | 3min de lectura aprox. | Transporte Marítimo
La economía oceánica, en rápido crecimiento, alcanzó la cifra récord de US$2,2 billones en exportaciones en 2023, con los servicios representando el 59% del total. De acuerdo con nuevos datos de UNCTAD el transporte marítimo (22%) y el turismo siguen siendo los sectores dominantes en la economía oceánica (33%). No obstante, las industrias manufactureras y de alta tecnología están ganando terreno y representan ya el 16% del comercio marítimo. Entre ellas figuran los productos farmacéuticos, los deportes náuticos, las energías limpias y los equipos eléctricos.
También está tomando forma un mercado de US$10.800 millones de sustitutos del plástico de origen marino, que ofrece ganancias económicas y beneficios medioambientales. La biotecnología marina, valorada en US$4.200 millones en 2023 y con una previsión de alcanzar los US$6.400 millones en 2025, se está expandiendo con innovaciones en alimentos marinos bajos en carbono, nuevos antibióticos y materiales de base biológica.
Aumento de las amenazas, retraso de las inversiones
Pero la economía de los océanos -y su inmenso potencial- está sometida a una presión cada vez mayor. La sobrepesca, la contaminación y el cambio climático amenazan su papel como motor económico. En la actualidad, el 37,7% de las poblaciones mundiales de peces están sobreexplotadas, frente al 10% de 1974.
El aumento de la temperatura de los océanos agrava la crisis. 2024 fue el año más caluroso jamás registrado en el agua del mar, con temperaturas 1,55 °C por encima de los niveles preindustriales, lo que alteró los ecosistemas marinos, desplazó las poblaciones de peces y amenazó la seguridad alimentaria. El aumento del nivel del mar pone en peligro las infraestructuras costeras, los puertos y las rutas marítimas.
La contaminación por plásticos es otra emergencia oceánica. Cada año llegan al océano dos millones de toneladas de residuos plásticos, que tardan siglos en degradarse.
Estos riesgos ponen en peligro la vida de los pequeños Estados insulares en desarrollo, que dependen en gran medida de los recursos marinos. Sus exportaciones per cápita relacionadas con los océanos superaron los 2.600 dólares en 2023, casi diez veces la media mundial.
Mientras tanto, la economía de los océanos sigue estando gravemente infrafinanciada. El Objetivo de Desarrollo Sostenible 14 (la vida bajo el agua) requiere 175.000 millones de dólares anuales, pero desde 2010 solo se han desembolsado 30.000 millones, lo que lo convierte en uno de los objetivos menos financiados. Al mismo tiempo, US$22.000 millones en subvenciones perjudiciales a la pesca siguen alimentando la sobrepesca y la destrucción de los ecosistemas marinos.
Trazar un nuevo rumbo sostenible
La economía oceánica se encuentra en un punto de inflexión. Para garantizar que crezca de forma sostenible e integradora, según la UNCTAD se necesitan urgentemente estas medidas clave:
- Finalizar un tratado jurídicamente vinculante sobre la contaminación por plásticos para reducir los residuos y ampliar las industrias marinas.
- Acabar con las subvenciones perjudiciales y aumentar la financiación, movilizando fondos públicos y privados.
- Ampliar la recopilación de datos sobre emisiones, comercio e inversiones relacionadas con los océanos para alinear las políticas con los objetivos climáticos.
- Integrar los sectores basados en los océanos en los planes nacionales sobre el clima y la biodiversidad para mejorar la resiliencia.
Fuente: Mundo Marítimo