2023: la logística se enfrenta al laberinto económico

2023: la logística se enfrenta al laberinto económico

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28/12/2022 | 10min de lectura aprox. | Logística Internacional

La economía que tras superar -no de manera definitiva- las consecuencias de la pandemia, se ha adentrado en un momento lleno de incógnitas y en un laberinto en el que resulta complicado, realizar cualquier predicción de índole económica.

Quizá la palabra incertidumbre sea la más utilizada durante los últimos meses para describir la situación por la que atraviesa la economía a nivel internacional. Una economía que tras superar -no de manera definitiva- las consecuencias de la pandemia, se ha adentrado en un momento lleno de incógnitas y en un laberinto en el que resulta complicado -sino imposible-, realizar cualquier predicción de índole económica.

La economía es así, es un péndulo inexacto que se tambalea a causa de innumerables e imprevisibles factores. La crisis energética, la inflación en los precios, los problemas geopolíticos o la guerra entre Ucrania y Rusia son algunos de estos factores -que confluyen entre sí-  que afectan, en mayor o menor medida, al poder adquisitivo de los ciudadanos y por extensión al sector logístico.

Un poder adquisitivo que se refleja en un consumo que, tras vivir un boom sin precedentes con la aparición del Covid-19,  se ha resentido en este último periodo del año. La logística, sujeta a los vaivenes del consumo, está para dar respuesta a una demanda que se estira o contrae en función de la coyuntura económica del momento.

Los índices internacionales están registrado en los últimos meses un decrecimiento de estos fletes marítimos.

El consumo, estancado a las puertas de la Navidad

Con un consumo afectado por la inflación a escasas semanas del inicio de la Navidad, parece sencillo vaticinar que las familias recortarán el gasto en sus compras. Sin embargo, según un estudio elaborado por la prestigiosa consultora Deloitte, el consumo de las familias durante estas Navidades presentará cifras muy similares a las del año pasado.

En este sentido, el 17º estudio de Consumo Navideño de Deloitte señala que los hogares gastarán en la campaña navideña una media de 634 euros, superando incluso en tres euros los datos del 2021 (631 euros). Llama la atención el hecho de que el gasto de los hogares en estas Navidades podría superar en un 14% en comparación con las del 2019, las últimas antes de la pandemia.

Las cifras de Deloitte contrastan con las previsiones de otras consultoras y de algunos expertos, que vaticinan un consumo menor en las próximas navidades. Este es el caso de Randstad, la compañía especializada en recursos humanos, que prevé que la contratación logística disminuya en Navidad un 20% en comparación con el ejercicio 2021. Esta drástica reducción se debe, según apunta la propia organización, “al incremento de los costes, la inflación y el contexto internacional, que moderará la contratación en comparación con el año pasado”.

Otras organizaciones como la Organización Empresarial de Logística y Transporte de España (UNO), espera que se gestionen durante la campaña de Navidad -incluyendo en este periodo el Black Friday-, un 5,3% menos de envíos que en el 2021. En concreto, según UNO, este porcentaje supondrá durante este periodo casi seis millones de envíos menos que en el ejercicio precedente.

El complicado 2022 dejará paso a un 2023 con interrogantes

2023: ¿El año de la moderación de los fletes?

Los fletes han alcanzado durante los últimos años precios hasta hace no mucho inimaginables, unos precios que han encarecido -y de qué manera- los costes del  transporte marítimo. Sin embargo, el estancamiento de la demanda, tal y como se aprecia en algunas de las previsiones de cara a la Navidad anteriormente referidas, ha generado que los índices internacionales más prestigiosos hayan registrado en los últimos meses un decrecimiento de estos fletes marítimos.

Así lo refleja el World Container Index, elaborado por la consultora marítima Drewry, que indica una bajada de hasta el 7% en la última semana en la que ofrece datos (17 de noviembre), siendo esta semana la 38ª consecutiva de descenso de los fletes, sufriendo una caída de hasta el 72% en comparación con la misma semana del 2021.

Se ha normalizado la congestión que se ha producido en la mayoría de los principales puertos internacionales a lo largo del 2022. Una tendencia a la baja que podría continuar en el 2023.

Por zonas geográficas, Drewry refleja caídas durante esa semana en concreto del 6% en las tarifas de Shanghai-Los Angeles y Shanghai New York, o del 3% en las tarifas Shanghai-Génova y Rotterdam-Shanghai, por citar algunas. Asimismo, la consultora ha avanzado que se esperan “reducciones más pequeñas” en las tasas durante las próximas semanas.

Por su parte, el índice Alphaliner aporta otros datos que sin duda muestran la realidad por la que está atravesando el transporte marítimo, plasmando una tendencia que probablemente continúe a lo largo del 2023. Este índice refleja un aumento de la flota ociosa desde los 76 buques en septiembre hasta los 100 en octubre del 2022,  lo que representa un 1,8% del total de la flota activa. Estos cien buques suman un total de 457.681 teus (64.969 teus más que el último dato de septiembre). Esta cifra de contenedores se da, a mayor abundamiento, en un contexto de estancamiento de la demanda en el que además se van a entregar durante el 2023 nuevos pedidos de portacontenedores. Según Alphaliner, esta cartera de pedidos equivale a siete millones de teus, llevando al sector a un exceso de capacidad estructural.

Paralelamente a esta situación se ha normalizado la congestión que se ha producido en la mayoría de los principales puertos internacionales a lo largo del 2022. Una tendencia a la baja que podría continuar en el 2023, y es que Alphaliner reflejó una reducción al 10,3% de estos niveles de congestión a nivel mundial en la última semana de octubre.

El año 2022 se cerrará con una inflación del 8,3% e irá bajando hasta el 4,7% durante el próximo 2023.

Contener la inflación, objetivo del Banco Central Europeo

Trabajar para mantener la estabilidad de precios en la zona euro, lo hacemos para que con tu dinero puedas comprar mañana las mismas cosas que puedes comprar hoy. Este es uno de los mensajes que se pueden leer en la plataforma web del Banco Central Europeo (BCE) y que ejemplifican de manera muy significativa la situación que afecta a miles de ciudadanos europeos.

Y para controlar la inflación en alrededor del 2%, el BCE, que ya ha realizado recientemente dos subidas de los tipos de interés de 75 puntos básicos, ha anunciado que antes de finalizar el año podría volver a realizar una subida de interés, (si bien sería de menor intensidad que las dos anteriores).

En este sentido, la contención de esta inflación se presenta como un factor determinante para el crecimiento económico de Europa el próximo año. En este sentido, las previsiones económicas realizadas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) auguran un crecimiento de la economía española del 1,3%, cifras por debajo de las expectativas del Gobierno de España, que prevé un crecimiento del 2,1%.

El Banco Central Europeo está tratando de contener la inflación en la zona euro

El informe, que si bien sitúa el crecimiento de España por encima de la media europea (0,5%), alerta, en contradicción con las expectativas del BCE, de que el año 2022 se cerrará con una inflación del 8,3% e irá bajando hasta el 4,7% durante el próximo 2023.

Y a todo este laberinto económico, lleno de previsiones y análisis en ocasiones incluso contradictorios, debe responder, como siempre, la logística y el transporte. La logística, perfecta canalizadora de las tendencias del mercado, es un sector que está obligado a responder -con inmediatez y precisión-, a estos desafíos económicos que traerá el 2023.

La logística continuará viéndose afectada en el 2023 por una guerra entre Rusia y Ucrania cuyo final es difícil de vaticinar.

Los retos de la logística en el 2023

La logística continuará viéndose afectada en el 2023 por una guerra entre Rusia y Ucrania cuyo final es difícil de vaticinar. Con casi un año de duración, el conflicto continuará alterando la cadena de suministro mundial, prolongando los problemas de abastecimiento energético que afecta a toda Europa y especialmente a uno de sus principales motores económicos: Alemania.

Otro de estos problemas derivados del conflicto afecta directamente a las exportaciones ucranianas de cereales. Tras el bloqueo por parte de Rusia a estas exportaciones, el sector del cereal de Ucrania -tan necesitado de la logística para hacer llegar sus materias a terceros países- podría continuar almacenado, ante la imposibilidad de su normal distribución, un producto cuyo precio se ha vuelto a disparar.

La inestabilidad en el suministro de microchips y otros componentes hace presagiar problemas también en otros de los sectores importantes para la logística en España como el del automóvil. Recientemente, en algunas fábricas como en la de Ford de Almussafes, donde se fabrican coches eléctricos, se han visto obligadas a parar por estos problemas de suministros.

El aumento de los costes de las materias primas, la inflación y  a la guerra comercial entre China y Estados Unidos, hacen que el 2023 sea de nuevo un año de desafíos para el sector de la logística y el transporte.

Todo ello, unido al aumento de los costes de las materias primas, a la inflación -cuyos efectos dificultan la gestión de los stocks de las compañías logísticas-, y a la guerra comercial entre China y Estados Unidos, hacen que el 2023 sea de nuevo un año de desafíos para el sector de la logística y el transporte.

A mayor abundamiento, la logística debe continuar con los retos que ya son inherentes al sector desde hace tiempo, como lo son la digitalización, la formación y los relacionados con la protección del medio ambiente.

2023: ¿Qué debemos tener en cuenta? ¿A qué nos enfrentamos?

Las tribunas de los profesionales y responsables institucionales que han colaborado en esta última revista del 2022, nos descubren parte de las claves de lo que nos espera en el 2023. En algunos aspectos coinciden en que se presentan más incertidumbres que positivas expectativas, aunque en una afirmación sintonizan: el poder y resiliencia que volverá a demostrar el sector logístico si se le pone a prueba.

Los 7 retos y pros

  1. La inflación tocará techo-recuperación del poder adquisitivo
  2. Los fletes descienden-recuperación de tráficos
  3. Poder de resiliencia del sector marítimo-portuario y de la logística
  4. Fin a la congestión portuaria
  5. La innovación y la digitalización avanzan
  6. La curva de la economía se mantendrá
  7. El momento del ferrocarril

Los 7 temores y contras

  1. Contracción económica
  2. Los precios energéticos y materias primas continúan al alza
  3. Agravamiento de la situación geopolítica: guerra Rusia-Ucrania/lucha comercial EE UU-China
  4. Equilibrio entre sostenibilidad y la progresión económica
  5. El espacio de poder de la Unión Europea
  6. El tráfico del comercio exterior empezará el 2023 con cifras negativas
  7. Sigue la carencia de talento logístico

Fuente: Diario El Canal


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