China: el control mundial por medio del transporte marítimo

El transporte marítimo sigue siendo el principal objetivo de China, y es qué, el país asiático es conocedor que para poder dominar la economía mundial, es necesario dominar las cadenas de suministro, y dentro de las mismas, controlar las principales conexiones mundiales del transporte marítimo.

Y China no está dejando pasar la ocasión que se le presenta, con un papel central frente a los acontecimientos como la guerra de Ucrania, para reforzar lo que ha venido a llamar “nueva ruta de la Seda”. Este refuerzo, además, viene de la mano de nuevos acuerdos con países como Irán y Arabia Saudí, que le otorga a China el mando y posición de control en una de las partes del globo que mayor influencia tiene sobre la economía mundial.

Estos acuerdos refuerzan a China no solo en lo referente al transporte marítimo, también refuerza una de las líneas que China lleva tiempo desarrollando, como es la compra de instalaciones portuarias. Mediante la inversión en instalaciones de este tipo, China ejerce un control casi total del transporte marítimo, no solo en el agua, sino también en las instalaciones tan necesarias para poder efectuar este tipo de transporte.

Para poder entender el potencial del transporte marítimo, tenemos que señalar que el 90% de las mercancías que se transportan en el mundo, se hacen mediante barco, de hay el especial interés de las potencias mundiales por controlar este transporte. Y como decíamos, el control sobre la gestión del transporte marítimo, ofrece a su dueño, la posibilidad de controlar gran parte del comercio mundial.

Las grandes cadenas de suministro están localizadas, las de consumo en Europa y Estados Unidos, y las de producción en Asia, así como las de materias primas, sobre todo en África. Con este mapa tan claramente dividido, las inversiones que ha realizado China para hacerse con infraestructuras portuarias esenciales, que le permitan poder ejercer un mayor dominio sobre el transporte marítimo mundial, han sido además de importantes, muy bien localizadas.

Con muchos dólares en la mano, China controla casi 90 terminales en 44 países distintos, con algunas terminales tan emblemáticas como la de Hamburgo, en Alemania. Esto no gusto nada a los gobiernos de Alemania, ni tampoco a los dirigentes de la Unión Europea, que al principio no veían con malos ojos las inversiones chinas en infraestructuras portuarias, pero que han terminado viendo una real “amenaza” en estas, tanto por la posición de China, en muchas ocasiones completamente contrapuesta a la de la Unión Europea, así como por la pérdida del control sobre la economía.

Porque, al final, la cuestión no solo es tener muchos barcos para controlar el transporte marítimo mundial, si controlas las principales infraestructuras y terminales portuarias, estás controlando el flujo de importación/exportación de ese país, es decir, controlas la cadena de suministro completamente.

Y si además de controlar la cadena de suministro de quien consume, controlas las terminales de donde sale la materia prima(de hay viene el interés chino por áfrica), y para rematar, eres quien lo produce, ¿Qué te impide tener el control mundial?